Hay personas que logran excitarse muy fácilmente y en cuestión de segundos ya están preparados para disfrutar del placer al máximo, y otras personas que necesitan ir poco a poco, comenzando por los preliminares para ir entrando a tono. Y es que estos preliminares son más importantes de lo que muchos imaginan, porque el sexo no consiste en terminar lo antes posible, sino en disfrutar de verdad, con tiempo y con delicadeza, de la pasión que llevamos dentro.

Habrá ocasiones en las que ya vengamos muy calientes y excitados de casa, y en el momento sea un aquí te pillo aquí te mato, para hacerlo en el primer sitio donde encontremos y de la manera más salvaje. Pero no está de más que cuando tengamos algo más de tiempo, algo más de libertad, logremos complacer a nuestra pareja a través de unos buenos preliminares, porque eso también formará parte de la relación sexual, al fin y al cabo, y de hecho, puede mejorarla bastante.

Besos sensuales

A todos nos encanta que nos besen, sobre todo si es de una manera realmente sensual y morbosa, como lo hace nuestra pareja. Si llevamos un tiempo con ella, sabrá nuestros puntos débiles y atacará ahí donde entiende que no podemos resistirnos a la tentación. Pero nosotros también sabemos cuáles son esos mismos puntos débiles en nuestra pareja, y a través de los besos iremos derribando poco a poco su vergüenza o sus barreras, para dejar que todo fluya desde el primer momento y por supuesto, para ganar en confianza y en complicidad, y que lo que venga después llegue mucho más allá. Es el principio de toda buena historia, en la cama o donde sea.

Masturbación mutua

La masturbación mutua es otra de esas fórmulas perfectas para conseguir que nuestros miedos y tabúes se esfumen, y que la complicidad tome el mando entre nosotros y nuestra pareja. Toda esa pasión, todo ese placer, te hará llegar mucho más allá, así que no te lo pienses demasiado y pídele a tu chico o chica que antes de empezar con la parte más dura y salvaje, os masturbéis mutuamente. Eso también ayudará al hombre a tener una buena erección en el momento de la verdad, y de paso, lubricará de forma natural la vagina de la mujer para que en la penetración todo vaya como la seda. Como es algo poco habitual, el morbo de estar masturbando a la otra persona mientras eres masturbado será maravilloso.

Juegos eróticos, los mejores preliminares

En los preliminares es importante ir poco a poco, no acelerarnos, porque entonces no tendrían el menor sentido. Sirven para ir caldeando el ambiente y para eso no hay nada mejor que disfrutar de algunos juegos eróticos especiales. Todo lo que se os ocurra puede servir, desde juego de roles hasta probar algún que otro juguete erótico. Si no queréis pensar tanto y preferís dejaros llevar, también podéis optar por disfrutar de algunos juegos sexuales, como los típicos dados en los que se van combinando la acción y la parte del cuerpo en la que hay que realizarla. Este tipo de juegos hará que estéis mucho más sueltos a la hora de la verdad y que todo fluya mucho mejor.

Striptease

Hay pocas cosas más sensuales para cualquier hombre o mujer que ver a esa persona a la que ama y que además le pone muchísimo bailando de forma sexual y desnudándose a la vez. Un striptease es un arma de seducción masiva, algo que casi nunca falla, sobre todo si hemos dedicado un poco de tiempo a preparar algo especial, a sincronizar nuestros movimientos con la canción escogida (que por supuesto, debe ser muy sensual) y a preparar también el vestuario, porque aunque nos lo vayamos a quitar de encima pronto, sigue siendo importante. El striptease nos sirve para mostrar nuestro lado más sensual y desde luego, para calentar a nuestra pareja.

Sexo oral

Otra de las mejores alternativas para hacer disfrutar a nuestra pareja y calentar el ambiente antes de la penetración es sin duda el sexo oral. Al igual que la masturbación, sirve tanto para hacer gozar a la otra persona como para preparar el momento de la verdad, con una erección o con la lubricación de la vagina. Si somos buenos haciendo sexo oral, seguro que nuestra pareja no podrá resistirse a ninguna de nuestras insinuaciones.