Para muchos se ha convertido en una auténtica obsesión, algo de lo que están todo el tiempo pendientes y que en muchos casos no les dejan pensar en otras cosas. Esto se podría ceñir al sexo, desde luego, pero en realidad hablamos de la obsesión por bajar de peso, normalmente a través de dietas que no suelen funcionar del todo bien. Y es que tener un peso saludable es algo positivo, pero para muchos genera tanta ansiedad que se convierte en un problema, porque no buscan estar sanos, sino lo más delgados posible, y sobre todo, llamar la atención por su físico, no por su propia salud personal. Esto hace que, en muchas ocasiones, tanto hombres como mujeres se lanzan a buscar absurdas dietas que en realidad no les sirven de mucho.
Porque al fin y al cabo, lo que debemos buscar es una relación directa entre nuestro peso y la vida sana que llevamos. No nos vale de nada quedarnos con hambre durante un mes si luego vamos a volver a comer mal, porque todo el peso que perdamos, de mala manera además, lo recuperaremos luego. Las dietas milagro no existen, pero sí que hay algunas que nos pueden ayudar a tener una mejor conciencia de nuestro cuerpo y de cómo es mejor adelgazar para quitarnos de encima todos esos kilos que nos sobran. Hay una que llama especialmente la atención, la dieta del sexo, que ya con ese nombre sin duda provoca mucha curiosidad. ¿De qué se trata exactamente? Aquí te lo vamos a contar.
Qué es la dieta del sexo y cómo funciona
Bien, empecemos por lo más básico. El sexo puede ser una actividad intensa de ejercicio, como cualquier otra, y de hecho, podemos perder muchas calorías en la cama. En una sesión intensa, de una duración intermedia o larga, se pueden llegar a perder hasta 500 calorías. Es un ejercicio espectacular porque no solo estamos poniéndonos en forma con todo el cuerpo, sino que además lo hacemos de la forma más placentera inimaginable. Es por eso que el sexo puede funcionar perfectamente como actividad física para rebajar calorías cada día. Y ahí es donde está la gracia de la dieta del sexo, y es que hemos de practicarlo de manera continua y rutinaria, al menos una vez al día, durante varias semanas. ¿Alguien tiene algún problema en llevar a cabo la prueba? Es evidente que necesitamos a otra persona, pero si tenemos pareja, podemos hacerla juntos.
Por supuesto, podemos adaptarla a nuestras necesidades, y tener momentos de placer mucho menos intensos y más relajados, porque no todo va a ser sexo salvaje. Eso sí, la clave está en implicarnos al máximo en el placer y poder disfrutar de la manera más intensa, convirtiendo esto en una rutina, como ir al gimnasio, solo que en la cama. Estamos poniéndonos fuertes, ayudando a muscular todo el cuerpo, quemando muchas calorías de manera continua y placentera y por si fuera poco, estamos generando endorfinas, las hormonas de la felicidad, que nos provocan un estado de estabilidad mental y física increíble. Estaremos más felices y más delgados, así que todos son ventajas. Por supuesto, habrá momentos en los que no nos apetezca tanto, porque aunque parezca mentira, eso también puede ocurrir. Pero hemos de tomarlo como una rutina de ejercicios, para poder ponernos en forma.
Las posturas más efectivas
Efectivamente, también hay formas mucho más efectivas de que esta rutina se lleve a cabo de la manera más eficiente, porque el objetivo, más allá de disfrutar que está genial, es el de perder muchas calorías. Sudaremos bastante, y eso es importante porque significa que nuestro cuerpo está en marcha. Podremos disfrutar del sexo de una manera intensa, pero tampoco hay que esta runa hora entera dando el máximo, porque seguramente no lo resistiremos. Empezar poco a poco e irnos calentando, para seguir con posturas como el misionero, bastante habitual y que hace que el chico tengo un gran esfuerzo. También el cowboy o el cowboy invertido, con la chica encima, haciendo literalmente sentadillas. Podemos también optar por posturas algo menos habituales, como hacerlo de pie, sosteniendo a la chica y penetrándola desde abajo, con lo que haremos también un gran trabajo de fuerza. Cualquier postura que requiera un esfuerzo extra será genial.
¿Realmente nos ayuda a perder peso?
Ya hemos comprobado arriba que esta dieta funciona, siempre como añadido y no como único ejercicio que debemos hacer. Se pierden muchas calorías durante el sexo, eso es totalmente cierto, pero no podemos dejarnos llevar solo por esa intención, porque necesitaremos otro tipo de ejercicios para seguir añadiendo esa pérdida de peso. Es bueno salir a correr o hacer ejercicio en el gimnasio durante al menos una hora, además de tener la sesión de sexo diaria. También conviene llevar una alimentación sana, por supuesto, porque de lo contrario servirá de poco todo lo que hagamos, si luego vamos a atiborrarnos de aquello que no deberíamos. Por eso, el sexo debe ser una parte de todo lo que hagamos como rutina para bajar de peso. De lo contrario tampoco será muy efectivo.
¿Avala la ciencia este método?
Actualmente, la ciencia ha realizado algunos estudios sobre muchas dietas, y siempre afirma lo mismo: no hay ninguna milagrosa, que por sí misma nos a vaya a bajar de peso de forma saludable y continua. Tampoco lo hará la del sexo, como ya hemos visto, pero sí que puede ser una ayuda bastante interesante y además excitante para ponernos más en forma y quitarnos de encima esos kilos que nos puedan sobrar. La ciencia sí que avala el hecho de que perdemos calorías haciendo el amor, sobre todo cuando lo hacemos de forma intensa, y es por eos que esta dieta puede servirnos, al menos como una alternativa más deliciosa y excitante, para acompañar nuestro ejercicio físico habitual.